Cómo rejuntar azulejos en 6 pasos
Cuando tenemos azulejos y queremos conservarlos, hace falta que estos sean cuidados con mimo y trabajo. Es por ello que de vez en cuando hace falta rellenar las juntas de estos azulejos para tener un acabado mucho más estético y como el primer día. Si estás en ese proceso de cuidar y mejorar el aspecto de tus azulejos, te hemos preparado una guía práctica para saber cómo rejuntar azulejos y que no te pierdas en este proceso.
¡Solo 6 pasos para llevarlo a cabo!
Qué es el rejuntado de azulejos
El rejuntado de azulejos es el proceso de rellenar los espacios que hay entre los azulejos con una mezcla conocida como lechada.
Además de ser un proceso primordial para un buen acabado estético, la realidad es que también es fundamental para:
- Prevenir filtraciones de agua
- Reforzar la adherencia de los propios azulejos
- Proteger contra hongos y todo tipo de suciedad
- Aumentar la durabilidad de la superficie
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Materiales necesarios
- Lechada (depende de lo que necesites puedes contar con un tipo u otro)
- Agua
- Espátula o paleta
- Llana de goma
- Esponja
- Recipiente para mezclar
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Paso a paso cómo rejuntar azulejos baño
Paso 1: coge la lechada y échala a un recipiente con agua.
Paso 2: con la paleta o espátula mezcla bien hasta formar una textura más bien cremosa. Ni muy colduosa ni muy dura. Así, podremos aplicarla bien sin que se caiga.
Paso 3: coge la llana de goma y aplica la mezcla en las juntas de arriba a abajo, es decir en vertical, cada trozo.
Paso 4: Luego, pasa en horizontal para fijar la mezcla.
Paso 5: Una vez tengas todo, coge una esponja bien húmeda (si puede ser las especiales para azulejos, mejor) y pasa por todas las juntas para dejarlo 100% limpio.
Paso 6: Para evitar exceso de agua, te recomendamos que seques la esponja de vez en cuando y vayas secando zonas.
¡Y listo! ¡Ya tienes tu baño rejuntado y preparado para su uso!
Consejos finales
Ya sabes cómo rellenar juntas azulejos pero eso no quiere decir que lo puedas hacer directamente. Aunque sabemos que te han parecido sencillos pasos y que estás preparado para hacer lo que sea. Pero antes debes atender a nuestros consejos:
- Usa una lechada del color más parecido a tus azulejos. Así, no habrá tanto contraste. Si por ejemplo tus azulejos son grises, la mezcla que debería de quedar con la lechada debería ser gris o similar.
- Limpia de vez en cuando las juntas para evitar acumulación de moho (¡y que para que cuando vayas a trabajarlas no tengas que parar para limpiar y hacer mil procesos antes!)
- Nunca nunca nunca uses una lechada líquida para aplicar. Será peor el remedio que la enfermedad, ya que puede provocar grietas y, al final, destrozarás la estética y funcionalidad del azulejo. Además, habrás trabajado en vano.
- Nunca dejes que los restos de lechada se queden en los azulejos. Siempre limpia bien después de aplicar. No te saltes este paso aunque parezca que ha quedado bien o que «no se te ha derramado tanto».
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