Qué es masilla y para qué sirve
En construcción existe una gran variedad de productos que son imprescindibles para diversas aplicaciones. No por ello la construcción abarca muchas herramientas y materiales que nos sirven para infinidad de cosas. Es por eso que en este artículo queremos presentarte qué es masilla, uno de los materiales más importantes y fundamentales de la construcción y del bricolaje.
Te contamos qué es exactamente, sus tipos, para qué sirve y cómo se aplica en caso de querer hacerlo.
Masilla qué es
La masilla es un material de relleno pastoso que se utiliza principalmente para sellar, reparar y alisar superficies.
Está compuesta de diferentes tipos de resinas, polímeros y otros que le dan propiedades de flexibilidad y adhesión.
Es especialmente imprescindible en procesos de reparación que cubre imperfecciones como grietas, agujeros o incluso uniones en superficies como paredes.
Tipos
Existen varios tipos de masilla, y no son todas iguales. Estos son:
Masilla para madera
Esta masilla sirve para rellenar imperfecciones como grietas o agujeros en madera. Suele tener colores que imitan la madera natural pero también puede estar teñida a propósito para que coincida con el acabado.
Especialmente usada en la restauración de muebles o en carpintería.
Masilla plástica o de poliéster
Está hecha de una mezcla de resinas y se suele utilizar en las carrocerías de coches. La razón de este uso es que es muy resistente y se seca rápido por lo que se puede lijar inmediatamente para antes de pintar dicha carrocería.
Masilla acrílica
Es el tipo de masilla más común en la construcción ya que se utiliza principalmente para rellenar juntas o fisuras en superficies como paredes o techos.
Es la más utilizada debido a su fácil aplicación y a su flexibilidad, ideal para acabados tanto interiores como exteriores.
Masilla epóxica
Esta es la más fuerte de todas ya que está formada por dos componentes que al mezclarse se endurecen. Por ello, es la masilla más resistente que sirve especialmente para superficies de metal o para estructuras con tensión.
Masilla para juntas
Esta masilla se utiliza especialmente en la colocación de placas de yeso. Rellena y sella las uniones entre las placas. También sirve para señar orificios de tornillos.
Otro uso común es alisar zonas para antes del momento de pintar.
¿Buscando masilla u otros selladores de construcción en Alcalá de Henares? ¡Contacta con nosotros y consigue los mejores materiales para tu proyecto de construcción!
Masilla para qué sirve
Ahora que ya sabes qué es masilla y qué tipos hay, te contamos para qué sirve la masilla en términos generales:
- Relleno de grietas y agujeros: la masilla es esencial en la reparación de superficies dañadas ya que rellena grietas, fisuras y agujeros. Así, la superficie vuelve a estar como nueva. Esto se suele hacer en paredes, techos y en acciones de carpintería para formar estética y funcionalidad.
- Sellado de juntas: especialmente en yeso laminado, la masilla se usa para sellar las juntas entre placas y alisar la superficie. Se hace antes de aplicar pintura o un revestimiento para mejorar la calidad de este.
- Nivelación de superficies: al igual que hemos dicho antes, hay que mejorar la calidad de la pintura o revestimiento dejando la superficie bien lisa. Con la masilla, se nivelan imperfecciones y se crea una base uniforme.
- Impermeabilización y protección: algunos tipos de masillas como la de poliéster o epóxica, además de su función principal, también son buenas protecciones para la humedad y otros agentes externos. Por eso es recomendable utilizar masilla en zonas exteriores donde las inclemencias climáticas puedan degastar la superficie.
- Estética: por qué no, uno de los usos de la masilla es la pura estética. La masilla mejora el aspecto de las superficies al ocultar imperfecciones. En este sentido, se utiliza especialmente en la restauración de muebles antiguos o en la reparación de paredes decorativas.
Te puede interesar:
Cómo reparar filtraciones de agua en paredes
Cómo aplicarla
Ahora que ya sabes qué es masilla y para qué sirve, toca saber cómo se aplica para llevar a cabo todos esos usos que hemos mencionado antes.
La realidad es que aplicar masilla es lo más simple del mundo. Solo tienes que dejar la superficie previamente limpia y aplicar la masilla directamente sobre la grieta o el agujero con una espátula.
Se deja secar, luego lijas la zona ¡y listo!
Tan sencillo como eso.
Es por eso que la masilla es uno de los materiales más utilizados en construcción; su uso es imprescindible al mismo tiempo que su aplicación es de lo más sencilla.
¿Quieres saber más sobre otros materiales? ¡Quédate en nuestro blog!